120 ANIVERSARIO DE UN ANARCOSINDICALISTA

CIPRIANO MERA

(4 de noviembre de 1897 / 24 de octubre de 1975)

«No hay más remedio, Federica. Si no se pone uno al frente de los milicianos, dando el ejemplo, no se comportan como es debido. Además, si te reservas creerían que te consideras superior a ellos. La única manera de demostrarles que seguimos siendo los de siempre, es situarse a la cabeza». Así contestó Cipriano Mera a Federica Montseny a la sugerencia de que se mantuviese a buen recaudo, sin una exposición constante, como ya había pasado con el compañero Durruti y el compañero Ascaso, que acabó con sus vidas.

 

He aquí una de las citas sacada de sus memorias, que nos da a entender el tipo de personaje del que vamos a hablar: un hombre implicado en la lucha social, anarcosindicalista y revolucionaria. Muy a su pesar fue un líder anarquista, en el sentido de saber transmitir su autodisciplina durante la dificultad de los acontecimientos. Su autoridad y su liderazgo ante miles de milicianos y milicianas, lejos de ser impuestas por Mera, fueron el resultado de un reconocimiento de los hombres y mujeres que le siguieron al combate a su capacidad de organización, a su visión estratégica en la lucha y a la humildad y humanidad de sus actuaciones.

 

A falta de una biografía completa de Cipriano Mera, nos tenemos que ceñir a algunos artículos y, sobre todo, a su autobiografía: Guerra, exilio y cárcel de un anarcosindicalista. Aunque en palabras del propio Mera «mi diario de campaña se perdió cuando, el 29 de marzo de 1939, tuve que abandonar España. En un campo de concentración del norte de África redacté parte de estos apuntes; otros fueron escritos en la cárcel, de nuevo en España».

 

Cipriano Mera, nacido el 4 de noviembre en el Madrid de 1897,  vivió los primeros años de su vida en el madrileño barrio de Tetuán. Allí forjó su personalidad rebelde y combativa. Trabajó desde muy joven en el oficio de la albañilería y, a su vez, militó en la Federación de la Edificación de la UGT hasta su expulsión del sindicato, lo que aceleró su militancia como anarcosindicalista en la CNT, fundando en los años 30 el Sindicato Único de la Construcción, del cual fue secretario. En el año 1936, junto a los compañeros de Construcción de CNT y UGT, convocó una huelga general que llevó a 100.000 obreros a las calles. Tras no llegar a una solución, ni desde los organismos institucionales ni la patronal, se procedió a encarcelar a los responsables, entre ellos Mera, que fue recluído en la Cárcel Modelo de Madrid el 18 de julio del mismo año. Un día antes había estallado la sublevación fascista en Marruecos y corrían vientos de guerra. Poco después, Cipriano Mera fue puesto en libertad y organizó las primeras columnas de milicianos confederales.

 

Durante la guerra civil, convertida ya en revolución social por el movimiento libertario, Cipriano Mera, “el Viejo”, como le llamaban en su Columna debido a sus 40 años, se convertirá en un activo combatiente en los frentes próximos a Madrid. Su columna de milicianos desalojará a los fascistas de Alcalá de Henares y de Guadalajara y combatirá en la Sierra madrileña frenando el avance del ejército franquista. El asalto franquista a la ciudad de Madrid sorprenderá a su columna de milicianos en la serranía de Cuenca, socorriendo a Teruel. Desde allí se desplazará la columna a socorrer Madrid. Los camiones confederales cruzarán la Gran Vía sin detenerse, para acudir a taponar la brecha que los fascistas habían abierto en la Casa de Campo.

 

Su pragmatismo y su visión estratégica le llevaron a aceptar la militarización de las milicias, sin olvidar sus orígenes y sin caer en los juegos de poder, muchas veces interesados en contar con sus favores. Como general del Ejército Popular republicano, desbarató la ofensiva del ejército italiano sobre Guadalajara, salvando nuevamente a la capital de ser ocupada por el ejército rebelde.

 

Uno de los momentos más polémicos de su actuación fue sin duda el apoyo de Mera y de sus tropas al llamado “golpe de Casado” contra la estrategia comunista del presidente Negrín de no negociar una rendición con Franco. Fracasado ese intento de negociación, en los últimos días de la guerra, Mera propuso un repliegue escalonado y organizado hacia Levante al objeto de salvar las mayores vidas posibles. Para su pesar no hubo tal repliegue y si una desbandada de funestas consecuencias en el puerto de Alicante.

 

Su posterior exilio y pasos por campos de concentración no aplacaron su ideal y su determinación de seguir luchando, en esta ocasión, desde Marruecos y, por último, Francia. Militante activo en el exilio confederal, acabó su vida ejerciendo su viejo oficio de albañil. Cipriano Mera falleció en Saint-Cloude el 24 de octubre de 1975.

 

Sabemos que los compañeros y compañeras veteranos siempre han sido reacios a los homenajes. Si algo les ha caracterizado ha sido su humildad y su ausencia de protagonismo. Nunca pretendieron estar por encima de los demás; no obstante, las nuevas generaciones siempre hemos valorado su ejemplo, su compromiso, sus inmensos sacrificios y, sobre todo, su humanidad.

 

Sin caer en la tentación de crear ídolos, asumiendo sus virtudes y sus defectos, valoramos sobre todo su ejemplo como personas y actores decisivos en la efímera revolución social que pusieron en marcha, en la lucha por utopía que demostraron era realizable y posible.

 

Es por esto que este 4 de noviembre, en el 120 aniversario de su nacimiento, desde la CNT Comarcal Sur-Villaverde organizamos este homenaje a nuestro compañero Cipriano Mera, con el descubrimiento de la placa-homenaje en el patio del Ateneo Libertario, el posterior coloquio sobre a su figura y, al día siguiente, 5 de noviembre, con la ruta por el Tetúan en el que Mera desarrolló sus primeros años de vida y de lucha.

 

Cipriano Mera es para todas y todos, el vivo ejemplo de un militante más, que nos inspira a muchas y muchos anarcosindicalistas a seguir hacia delante en nuestra lucha diaria por el movimiento obrero, por la Idea, por la justicia, el apoyo mutuo y la igualdad.

 

¡Salud y Libertad!

 

…pero hay los que luchan toda la vida.
Esos son los imprescidibles.

‒Bertold Brecht

 

CNT COMARCAL-SUR VILLAVERDE